Historia

Las primeras investigaciones acerca de la lectura rápida tuvieron lugar a principios del Siglo XX.
Su origen se debió a un exceso de información que hacía que los lectores acumularan más de lo que podían leer con la velocidad lectora que poseían.
Los primeros cursos estaban basados en técnicas que provenían de un lugar insólito, las fuerzas aéreas. La estrategias de las fuerzas aéreas se dieron cuenta que muchos pilotos no eran capaces de distinguir aviones a una cierta distancia. y los psicólogos y educadores de las Fuerzas Aéreas trataron de buscar una solución.
Un grupo especial fue encargado de desarrollar una máquina llamada taquistoscopio, un aparato simple que sirve para reproducir imágenes de una forma rápida (en este caso, siluetas de aviones) en una pantalla grande durante instantes variables. Empezaban con exposiciones de grandes dibujos de aviones amigos y enemigos durante cinco segundos y gradualmente disminuían en tiempo mientras que reducían el tamaño de la imagen. Los resultados fueron sorprendentes ya que averiguaron que una persona entrenada podía distinguir representaciones diminutas de aviones, o de sus partes, expuestas en la pantalla en tan sólo quinientas milésimas de segundo.
Dado que se dieron cuenta que la habilidad perceptiva de los ojos había sido bastante desestimada, decidieron aplicar esta información a la lectura. Usaron exactamente el mismo proceso. Primero mostraban una palabra grande en una pantalla durante cinco segundos y gradualmente la reducían de tamaño mientras acortaban el tiempo a quinientas milésimas de segundo. Entonces descubrieron que se podían reconocer hasta cuatro palabras con esta velocidad. Esto dio razones a estudios recientes para decir que se debía leer en grupos de palabras. Estos resultados tan positivos hicieron que la mayoría de cursos de lectura rápida se basaran en el entrenamiento con el taquistoscopio. Si se exponían los resultados en una gráfica, la mayoría de personas con un entrenamiento normal eran capaces de subir desde una media de doscientas palabras por minuto hasta cuatrocientas palabras por minuto. Desafortunadamente muchos de los participantes del curso se daban cuenta que poco después de finalizarlo, la velocidad lectora volvía a su ritmo normal.

Extraido de:
http://www.emprendedoresnews.com/notaR/la_historia_de_la_lectura_veloz-7985-20.html

1 comentarios:

carlos dijo...

hilda me gusto la información de tu blog y los gadgets que le pusiste no se si pudieras poner mas consejos para leer mas rapido

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